lunes, 31 de mayo de 2010

VICENTE CARLOS CASTEJÓN MARTÍNEZ (05-09-1939)



RECORDANDO A UN DESCONOCIDO: MI TIO, VICENTE CARLOS CASTEJON MARTÍNEZ

Sábado 10 de Abril de 2010: Hoy es un día estupendo, pues libro y me puedo levantar algo más tarde de lo acostumbrado, sobre las 08.00 horas de la mañana. Pedro, mi pareja, duerme a mi lado, como todos los días desde aquel Diciembre de 1992 en que nos conocimos en COGAM. Acaricio su cabeza rubia, le doy un besito, y me voy a la ducha. Una vez duchado, me visto y desayuno.
Me asomo a la terraza, para ver el día que hace, y me encuentro un día espléndido: una media de 18 grados, un sol esplendoroso, un cielo absolutamente azul. Es uno de esos días típicos de la Primavera madrileña. El cielo de Madrid es de un color azul muy especial, que ha sido loado por multitud de pintores de todas las épocas, y sigue siendo así, a pesar del crecimiento de la ciudad, de la polución atmosférica…Después de un invierno que ha sido larguísimo, duro, inclemente, con nieves, fríos, lluvias, desbordamientos de ríos, uno de los peores en décadas en Madrid, que parecía que no iba a acabar jamás, la Primavera ha llegado con toda su fuerza. El día invita a salir a la calle, y eso hago, tal y como tenía previsto. Se empiezan a ver las primeras camisetas de manga corta, los primeros pantalones de entretiempo, las primeras minifaldas, los primeros escotes, la gente en la calle parece más feliz y sonriente. Pero hoy es un día especial, y estoy algo nervioso.
Salgo a la calle, con una mochilita donde, dentro, he guardado mi Bandera Tricolor, un boli y un bloc de notas, por si fuera necesario apuntar alguna cosa. Porque hoy es el Día del Homenaje a las Víctimas del Franquismo, de quienes fueron fusilados, al finalizar la Guerra Civil, en las tapias del Cementerio del Este, o de La Almudena como lo rebautizaron los franquistas, y yo siento que debo ir allí ese día. Voy solo, pero no me siento solo: mi tío Carlos (uno de esos fusilados), siento que va a mi lado, acompañándome en el Metro, en el Autobús...
Mi tío Carlos, para mí, hasta hace pocas semanas, era un absoluto desconocido. Ni siquiera sabía que yo había tenido un tío con ese nombre. Pero, al recopilar la Historia Familiar, descubro a mi tía Pilar (hermana de mi padre) y a mi tío Carlos (su marido), y descubro los trágicos motivos que llevaron a que mi padre no me hablara nunca de ninguno de los dos: tan dolorosa fue la pérdida que, hablar de uno era hablar de la otra, y fueron ambos unos hechos tan trágicos y dolorosos para la familia, que creo que la herida nunca se cerró; y que como ambas muertes tienen TODO que ver con la Represión Franquista acabada la Guerra, para evitarnos problemas legales y discriminaciones, a sus hijos mis padres nos mantuvieron en la ignorancia de ellos. Porque mi padre fue uno de esos jovencitos que lucharon en Madrid en Defensa de la República y que, acabada la Guerra, tuvo que pasar con frecuencia regular (no recuerdo si cada quince días, o cada semana), por la Comisaría de Policía más cercana para que el Régimen le pudiera tener controlado, y teniendo que motivar siempre sus desplazamientos por España si se tenía que desplazar por motivos de trabajo.
Pero ahora, estudiando e investigando, he descubierto a ambos, las circunstancias de sus muertes y, como demócrata y socialista, me siento orgulloso de ellos. Pero bueno, sigamos que me enrollo.
Llego al Cementerio del Este, me bajo del bus y, en un puesto que se está montando en ese instante, pregunto por el Muro de los Fusilados por el Franquismo y las mujeres que lo están montando, muy amablemente, me lo indican. Sigo sus indicaciones y, en un par de minutos, allí estoy. Veo a los organizadores terminando de montar el acto, y que ya se han puesto las listas de los fusilados en ese muro (3.000 personas, 3.000 víctimas, 3.000 Héroes de la Libertad, al igual que otr@s tant@s en toda España) y muchas fotos de los allí asesinados por las Hordas Falangistas. En esas listas, veo el nombre de mi tío Carlos.

Vicente Carlos Castejón Martínez, natural de Arganda del Rey (Madrid), nació el 1 de Enero de 1914, hijo de Ignacio Castejón y de Teresa Martínez, cuya profesión era la de Impresor, posiblemente en el Diario monárquico ABC, y miembro desde 1933 de la UGT, con 19 añitos…Tenía al menos otro hermano, menor que él, y cuyo encubrimiento por él de su condición de falangista sería causa de su muerte a manos de los correligionarios de su hermano mayor una vez acabada la guerra.

A mediados de los años 30, conoce, se enamora y se casa con mi tía Pilar, Pilar Delgado Álvarez, hermana mayor de mi padre, quien acabaría trágicamente con su vida 17 meses después del asesinato del tío Carlos por las fuerzas falangistas.

Carlos, a los 3-4 días de comenzar la guerra, se presentó como voluntario en “Avanti”, que era un centro social cercano al Partido Comunista, ubicado en la calle de Luis Cabrera, esquina a Cartagena. Al cabo de otros 3-4 días, le detuvieron porque tenía un hermano falangista al que no había denunciado; después de maltratarle, y de amenazarle con matar a su hermano si no denunciaba a alguien de derechas, le dejaron en libertad.

Después de prepararle durante unas semanas en un cuartel del Paseo de Moret, le enviaron al frente de Navalcarnero con el Comandante Sabio, y le destinaron a hacer guardias en la puerta del Centro de Detenciones e Interrogatorios de la calle Alonso de Heredia 9 esquina con la calle Ardemans, como miembro de las Milicias de Vigilancia de la Retaguardia de la Policía Gubernativa de la República...

Como tenía pendiente la amenaza de detención de su hermano falangista, decidió denunciar entonces a José Antonio de la Jara García, Alférez de Infantería con destino en el cuarto Batallón de Sicilia número ocho, que vivía en la calle López de Hoyos 147, (actual 145-147) donde ahora se alza un moderno edificio de oficinas, miembro de Acción Católica de la cercana Iglesia del Pilar y de su centro juvenil…y falangista, ahí es nada; y ya conocemos la “tolerancia” típica de la Iglesia Católica y de la Falange en la actualidad con todo lo que tiene que ver con el Avance, el Progreso, la Profundización de la Democracia y la Libertad…pues imaginaos a ambos en la España de 1930-1940…Ese gesto valiente, de encubrir a su hermano, salvándole la vida, a la larga sería un importante factor en su condena a muerte por los Rebeldes victoriosos

Mi tio Carlos conocía al tal Alférez porque figuraba con su hermano de 13 años en una foto. Una vez detenido, salió del Centro de Detenciones e Interrogatorios el Alférez Falangista antes de las 24 horas.

Finalizada la Guerra con la victoria de las fuerzas franquistas, Pilar y Carlos se trasladaron a Valencia a recoger a los hermanos pequeños de mi tía Pilar y de mi padre, José, (Palma y Paco, José quedaba en Madrid con la Abuela Edelmira), que habían sido desplazados a Valencia desde Madrid junto con otros muchos niños, para evitarles las consecuencias de la Guerra en primera línea del frente, como fue Madrid durante toda la contienda.

Al poco de su vuelta, el día 11 de Mayo, a las 11 h de la noche, Carlos es llevado detenido a las instalaciones del Puesto de la Guardia Civil de Prosperidad, situado en la calle del Cardenal Silíceo, denunciado por el tal José Antonio de la Jara, e ingresa en la Prisión de Conde de Toreno el 15 de Mayo de 1939, sale al día siguiente para diligencias y recibir declaración, y es juzgado y condenado a la pena capital por el Consejo de Guerra Permanente Nº 6 el 25 de Mayo de 1939. Desde allí, Carlos fue luego trasladado a la cárcel de Porlier, oficialmente Prisión Provincial de Hombres número 1, saliendo de allí para ser fusilado, el 5 de Septiembre de 1939.

Aunque parezca mentira, el motivo principal de la Condena a muerte fue por “un delito de adhesión a la rebelión, con la concurrencia de circunstancias agravantes de la responsabilidad a la pena de MUERTE…” Él, que defendió la Legalidad Constitucional de la República ante quienes se alzaron contra la Constitución y las Leyes, ante los rebeldes…es condenado a muerte por ser fiel a la Legalidad Constitucional, la Democracia y la Libertad. Y son los rebeldes facciosos quienes le condenan a muerte…por rebelde...

La Cárcel de Conde de Toreno, estaba situada por la calle Amaniel, en la Plaza del Conde de Toreno 2, entre la actual Plaza de España y la calle de San Bernardo, donde ahora se ubica un moderno edificio de viviendas con su propio patio interior.

En la cárcel de Conde de Toreno estaban presos quienes habían pertenecido al S.I.M., al S.I.E.P., al Servicio de Información Periférica, a la Policía, o a unidades guerrilleras, y algunos presos ilustres fueron Antonio Buero Vallejo y Miguel Hernández. Recordemos que el tío Carlos fue miembro de un Cuerpo Policial como fueron las Milicias de Vigilancia de la Retaguardia, y que en la Causa General aparece catalogado como “Policía Rojo”…

Carlos fue asesinado el 5 de Septiembre de 1939 junto con otr@s 17 Héroes de la Libertad ese día en las tapias del Cementerio del Este o de la Almudena. Más de 3000 personas fueron fusiladas en esos muros…

Una persona progresista y comprometida con la Constitución Democrática de la República, su Legalidad y Legitimidad Democrática, y no un traidor, un cobarde ni un intolerante ni un indiferente o egoísta. Me siento profundamente orgulloso de él, de que, durante la Guerra Civil, formara parte de quienes luchaban contra los espías fascistas, el terrorismo nazi, los traidores y los antidemócratas, y defendiera, con todos los elementos a su alcance, la Libertad y la Democracia, y que diera la vida por sus ideales.

Siempre he pensado que los muertos están muertos cuando los olvidamos. Que, aunque una persona fallezca, en las condiciones que sean, mientras les recordemos seguirán vivos. Mi tío Carlos, de quien ni siquiera tengo una foto, estuvo muerto muchas décadas, igual que mi tía Pilar, pero ahora, gracias a la Historia Familiar que estoy haciendo, estoy seguro que impulsado por tod@s ell@s, han vuelto a la vida y están con nosotr@s, sus descendientes, cuidándonos y protegiéndonos, y se han juntado no solamente a mis padres o mis tíos que yo conocía, si no a mis abuelos, bisabuelos, tatarabuelos…que vuelven a hacerse presentes entre nosotr@s, sus descendientes.

La historia familiar que investigo va a seguir adelante hasta lo último que se pueda. Se lo debo a quienes me antecedieron, y a quienes nos siguen, para sepamos tod@s de nuestros orígenes, y nos sintamos orgullosos de ellos. De que no somos una familia rica ni importante, pero siempre hemos sido una familia de gente honrada y decente, progresista, y que nunca se rindió ni siquiera en las peores circunstancias imaginables.

Que recordemos que, aunque el Invierno sea largo, duro, frio, con nieve, con lluvia, con viento, con todos los terrores imaginables y todas las inclemencias meteorológicas posibles e imaginables, al final, el Invierno se acaba, y llega la Primavera con su explosión de vida y color.
Enós_Tomás Pastrana

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