martes, 11 de agosto de 2009

VICTORIA MUÑOZ GARCÍA (05-08-1939)



18 años. Pertenecía a la JSU desde 1936. Al acabar la guerra se encontró con su amigo Julián Muñoz Tárrega, quien le incorporó al grupo que dirigía Sergio Ortiz en el sector de Chamartín de la Rosa.


JOAQUINA LÓPEZ LAFFITE (05-08-1939)


23 años. Asturiana. La más pequeña de cinco hermanos huérfanos de padre y madre desde 1931. Estudiante. Se afilió a la JSU en septiembre de 1936, y tras acabar la guerra fue nombrada secretaria femenina del Comité Provincial clandestino.

ELENA GIL OLALLA (05-08-1939)

20 años. Natural y residente en Madrid. Ingresó en la JSU en 1937. El final de la guerra le pilló en Murcia, desde donde regresó a Madrid a primeros de abril de 1939. Una vez en la capital su amigo Rafael Muñoz Coutado le propuso continuar trabajando para el partido. Se integró junto a Victoria Muñoz en uno de los grupos creados en el sector de Chamartín de la Rosa que era dirigido por Sergio Ortiz. Fue detenida el 3 de junio de 1939.

ADELINA GARCÍA CASILLAS (05-08-1939)


19 años. Era conocida como la mulata por su piel morena y sus labios gruesos. Amiga de Julia Conesa y militante también de la JSU. Una vez encarcelada trabajó como cartera en la prisión de Ventas. En la lápida de su tumba, probablemente por error, figura con el nombre de "Avelina".

PILAR BUENO IBAÑEZ (05-08-1939)


27 años. Modista. Al poco de iniciada la guerra se afilió al PCE y trabajó como voluntaria en una de las numerosas casas cunas abiertas para recoger a los niños huérfanos y atender a los hijos de los milicianos que iban al frente. Fue elegida para formarse como dirigente en la Escuela de Cuadros del partido y nombrada secretaria de organización del Radio Norte. Al acabar la guerra fue contactada por Federico Bascuñana para colaborar en la reorganización de los comunistas y encargada de crear ocho sectores en la capital: Norte, Sur, Este, Oeste, Chamartín de la Rosa, Guindalera, Prosperidad y Vallecas.

LUISA RODRÍGUEZ DE LA FUENTE (05-08-1939)


18 años. Sastra. Ingresó en la JSU en 1937, donde nunca ocupó cargo alguno, hasta que al acabar la guerra Julián Muñoz Tárrega le propuso crear un grupo que ella misma debía dirigir. Cuando fue detenida tan sólo había tenido tiempo de convencer a su primo Isidro Hernández de la Fuente.